Estos días conocemos el conflicto que mantienen la Asociación San Francisco con la Xunta por el traslado de la concesión de unas plazas a un centro en Mos tras perder un concurso que se celebró para dicha adjudicación. Viene la Asociación de Vecinos del PAU a aprovechar el tirón de la noticia y el apoyo social, y a sumarse a los que apoyan su causa sin más. Y me hace gracia… me hace gracia porque os voy a contar cómo actuó la Asociación cuando pudo ayudar, consiguiendo fondos para una asociación del barrio como Alento, cuya actividad es similar, y tan loable y necesaria como ésta, pero prefirió no esforzarse, no «presionar» al Concello haciéndose fuerte y optó por mirar a otro lado y entregar unos miles de euros a un propietario privado sin pelear con el Concello por lo que algunos, yo entre ellos, consideramos que era más justo y beneficioso para todos.
Alento, Asociación de Daño Cerebral, es una asociación que forma parte de la FEDACE, y que realiza una labor similar a la otra asociación de Daño Cerebral en el barrio, APAMP. En el caso de Alento, atienden a personas que están afectadas por un daño cerebral adquirido, es decir, que no nacieron con él sino que por algún tipo de accidente o enfermedad lo adquirieron. Alento tiene unas instalaciones preparadas para ser centro de día y residencia, pero debido a los recortes tienen gran parte del edificio sin utilizar, y con obras y equipamientos sin finalizar, actualmente sólo tienen viabilidad para usarlo como centro de día. Aprovechan actualmente un 30% de sus instalaciones en Navia, sin embargo pagan mensualmente los gastos de su construcción y mantenimiento, así que cualquier ayuda es poca. APAMP, por su parte, que también hacen una gran labor tienen también sus instalaciones a medias, pero en este caso funciona como residencia y tiene pendiente acabar sus instalaciones para dar servicio de Centro de Día.
Yo conocí Alento y su impresionante actividad social, humanitaria e integradora en el barrio cuando estábamos buscando local para la actividad de la “Bienvenida a la primavera” y en una visita que hicieron dos directivas el 19 de marzo de 2013 para hablar con su director, éste ofreció sus instalaciones para resguardarnos de la lluvia (el famoso plan B, si llovía en la fecha del evento) pero también incluso para talleres o charlas o para guardar cosas… y se les tomó la palabra… de allí a unas semanas se consiguieron unos muebles -mi idea inicial era donárselos yo, pero como salí «a patadas» de la directiva, cuando meses después me ofrecieron vendérselos a la asociación pues al final se los vendí, aunque eso es otra historia que merecerá ser contada aparte- y empezamos a reunirnos informalmente allí, a guardar el inventario, y para contadas cosas, incluso para cederlas a terceros para la fiesta romana como camerino/almacén. Nos dejaron llaves, un acceso independiente, luz, e incluso, aunque al final no usamos, nos permitían acceso a internet sin coste, hasta había vigilancia en el recinto, alarma y servicios varios. El precio era también simbólico, de entre 40 a 200 euros al mes, según el uso/gasto que hiciéramos. También agradecían que se colaborara con ellos porque estas colaboraciones beneficiaban a todos y porque era otro paso en la integración de los enfermos. Posteriormente, si había más ingresos y actividad, se irían adaptando a un precio más adecuado al espacio necesario. Tendríamos que limpiar y mantener el local en su estado. Además, como la asociación estaba muy corta de fondos había total flexibilidad para el pago, si tenía que ser a final de año con lo que hubiera, pues ellos se amoldaban. Si la asociación funcionaba y había ingresos, pues se pagaba el justo y correspondiente alquiler; pero si las cosas no iban bien, también se conformaban con lo que se les diera. Bueno, fue alentador encontrar esa colaboración en un lugar tan céntrico y tan moldeable en función de las necesidades.
Al final de año, por los pocos meses que se usó, unos 6 o 7 aproximadamente, se les pagaron unos 800 euros -aproximadamente, creo recordar-, lo que se consiguió de la subvención del Concello, y a continuación la asociación decidió trasladarse a un local privado en un entresuelo de Teixugueiras.
La asociación, su directiva para ser más exactos, decide alquilar un local a un particular porque según dicen, buscaron por el barrio y no había otra cosa, y -según dicen- el Concello exigía que el local fuera independiente y accesible. Por lo visto había otros locales que eran independientes pero ninguno de ellos tenía accesibilidad al mismo. En el local de Teixugueiras 11 no comprobé, pero creo que tiene ascensor y supongo que eso vale. Pero más accesible que unas instalaciones como las de Alento no se iban a encontrar. Independientemente de todas estas cosas, el meterse en un local en alquiler a un particular tenía unas pegas que creo, es mi opinión, que seguramente ellos dirán que no es cualificada, que no fueron suficientemente bien valoradas por la directiva, y si lo fueron desde luego fue contando con que se tenía que dejar de lado la independencia económica que siempre se le debe suponer a una asociación vecinal.
Me explico:
La zona de Teixugueiras/PAU de Navia es conocida por los comerciantes por tener unos elevados costes de alquiler, tanto es así que los locales viven como pueden y bastantes han ido sucediéndose en locales abriendo y cerrando. De la misma forma, son muchos los locales que llevan años sin alquilarse, básicamente porque están lóbregos de construcción y hay que hacer una inversión muy grande en dichas reformas que añadidas al posterior coste de alquiler hace que la mayoría de negocios no sean rentables a corto y medio plazo, que es el plazo que podemos barajar cualquier de nosotros en una situación de crisis como la que nos envuelve desde hace varios años. De hecho, a quien le dé igual donde instalarle, le sale a mitad de precio un local similar en el centro que en nuestro barrio, lo cual es algo que no debería permitirse porque está construído sobre suelo protegido, pero eso es otro tema.
En esta dinámica, la asociación optó por alquilar un local de unos 80 metros cuadrados a razón de unos 500 euros al mes, y en las condiciones que el Concello impuso. No queda claro si las condiciones eran porque Alento había construído sus instalaciones en terreno cedido por Corina Porro y financiadas por la Xunta en su día con Anxo Quintana al frente de Benestar o por diferencias de algún tipo que justificaran que el Concello no aceptara Alento como un local válido. La parte “buena” es que de este modo el Concello se haría cargo del 100% del coste del local, y además, supongo que como siempre, dentro de las convocatorias de ayudas a las asociaciones vecinales, también de una parte de los gastos corrientes como luz, agua, teléfono, etc. No os puedo dar detalles porque hace casi un año pedí explicaciones y cuentas y me han dado largas, así que el acceso a la información desde que salí a la directiva ha sido no sólo imposible, sino obstaculizado. Que si lo tiene que ver un asesor, o un abogado, o que si por protección de datos… en fin, se acabó la transparencia que algunos queríamos dar. Con las últimas cuentas tampoco estaba de acuerdo pero tampoco han enviado ni acta, ni informe ni nada. Esto daría para otro tema.
Volviendo al asunto, el problema, desde mi punto de vista, y con un coste tan elevado de alquiler para un local de unos 80 metros cuadrados, es que la viabilidad del mismo, y de la asociación en sí, queda supeditado al pago del Concello del alquiler mensual. La Asociación no tiene actualmente ingresos suficientes para afrontar a medio plazo los gastos del día a día de mantener un local como ese. No es un local muy grande ni siquiera para actividades, por lo cual para las más numerosas o incluso para otros proyectos que precisen de espacio habría que contar con otros locales o espacios que podrían o no suponer un coste adicional. En el caso de Alento había espacios sobrados para desarrollar distintas actividades sin recurrir a favores o a aforos limitados.
Habiendo mantenido el convenio con Alento, y colaborando con ellos de forma más activa, se podrían utilizar de forma más eficiente los fondos destinados al alquiler, primero porque en vez de ir a beneficiar a un particular estarían beneficiando a una asociación cuyos fines sociales exceden lo que vemos en superficie. Segundo, porque hay mayor flexibilidad en la colaboración con terceros que la que puede dar un propietario. Y último, porque coger un local que se come casi el 30% del presupuesto de la asociación y que paga el 100% en ayuntamiento es dejarla en un lugar incómodo respecto a la supuesta independencia que se debería esperar de una asociación de vecinos. Básicamente se ha hipotecado la asociación y su futuro como lo que algunos esperábamos que fuera, un aglutinador de vecinos.
Además, Alento dispone de salas, talleres e instalaciones que podrían ser usadas en función de las necesidades para actividades. El acceso al local era independiente del principal y además estaba a nivel de calle. Era el local perfecto. No se encontraba para esta finalidad en la actualidad ningún otro local más adecuado para crecer o mantenerse.
En los días en los que a los de la Asociación de Vecinos de Teis los desalojaban del Centro Cívico donde llevaban años trabajando, en favor de otorgar la gestión del centro a una empresa privada, no hacía más que pensar en qué pasaría con la asociación si por un momento el ayuntamiento deja 3 o 4 meses sin pagar a la misma el alquiler, si se demora o si simplemente decide no seguir financiando el alquiler del local al 100% y lo rebaja al 50% o a nada. Al fin y al cabo ya no se puede volver al local de Alento ya que pocos días después de salir de allí encontraron alguien que se instaló en él y ya no existe otro local en el barrio ni tan económico, ni tan flexible, ni tan cerca de unas instalaciones útiles para otros fines como las distintas salas que tiene Alento.
Y, sin contar, que en el futuro Teixugueiras será la calle exterior del PAU, puesto que cuando se desarrollen las siguientes fases la zona del parque será el centro de todo el PAU, por lo cual Alento y los locales de esa zona, esos que hoy consideramos lejanos y que pueden justificar ir a donde está la gente, en Teixugueiras, acabará siendo no sólo el centro geográfico del barrio sino el punto más cercano a todos. Y hoy en día con aparcamiento y accesible a nivel de calle, a diferencia del local en una entreplanta, aunque tenga ascensor.
Cuando pienso en esta maniobra me acuerdo cuando compramos el piso, nos hipotecamos, y no pensamos en el futuro, la crisis, que podemos perder el trabajo, y que quizás a veces las formas más cómodas de resolver un problema no son sólo el planteamiento actual.
Y, en paralelo, podemos hablar de que a lo mejor en el futuro la Asociación podría disponer del local del parque, suponiendo que se arreglara, pero tengo mis dudas del plazo y de la forma en la que se explotará dicho local, pues puede haber múltiples intereses encontrados, ya que afectarían a otras asociaciones vecinales, asociaciones de comerciantes, u otras asociaciones culturales y deportivas, pero también a la posible explotación comercial de dicho bajo mediante concesión directa o indirecta, o incluso al planteamiento que he oído por ahí de que finalmente pudiera dedicarse a ser la biblioteca municipal del barrio.
Cuando pregunté en la última asamblea de socios el motivo por el que se había dejado Alento y nos dijeron que el Concello lo exigió así y que era mejor un local que el Concello pagaba al 100% que uno que como mucho subvencionara el 50%, pues no acabé de entenderlo… ¿Es mejor darle 6000 euros al año a un propietario privado que exigir al Concello que si te paga el local que eliges pues decides tú hacerlo en un lugar que no sólo es muy flexible sino que además ayudas a que puedan pagar sus gastos mensuales que no son pocos? Los números son los mismos, el arrendador lleva sus euros, hacienda su IVA y retención, y el Concello le cuesta lo mismo y por el mismo concepto… ¿Dónde preferís que vaya el dinero? ¿A Alento o al propietario privado? Pues eso…
Y todo esto lo he contado a colación de que la Asociación vecinal apoya la asociación San Francisco, que no dudo que lo merezca, por favor, no es esa la intención de esta publicación, … pero sí recalcar que cuando ellos tenían que haber dado la cara por mantener el local y la colaboración con Alento, a los que seguro les venían de maravilla esos 500 euros al mes (aprox) que paga el Concello de alquiler, mejor que dárselos a un propietario privado -con todos mis respetos para el propietario, pero hablamos de administrar de la forma más conveniente el dinero público-, optaron por seguir las directrices del Concello e irse a otro local.
Yo hubiera votado NO en la directiva cuando se tomó esa decisión hace tan sólo unos meses, pero al igual que ocurrió en algunas cosas que discutimos, al final el tema era que no importaba lo que dictara el sentido común, algunas cosas se hicieron mal y opino que ésta fue otro error… el tiempo nos dirá.
Nota: a la inauguración asistió el alcalde, algún concejal, políticos, personalidades, medios, vecinos y socios. Me contaron también que parece que Alento no asistió, y según parece podría haber sido porque en Alento no se recibió ninguna invitación a dicha inauguración y que se habrían enterado por la prensa a toro pasado, lo cual, de ser cierto , que es de plena confianza la persona que me lo contó, la verdad es que me parece un flaco favor a una entidad que hizo mucho por la Asociación, sobre todo cuando más lo necesitó, en sus inicios.
Pero es que en fin, algunos se ve que estamos siempre equivocados y los de siempre, los que mandan, la casta del barrio, son los que tienen la razón… pero es que a mi me parece cristalino el cómo se debería haber actuado en este tema del local y así lo quiero hacer constar.