Un poco de mi historia…

¡Hola!

Para quien no me conozca, que será la infinita mayoría, igual preciso presentarme y contar cómo llegué aquí y por qué, no porque me guste publicitar mi vida, que no lo voy a hacer dando detalle alguno, sino porque creo que puedo demostrar por mi pequeña trayectoria que mi compromiso es con el barrio, con la gente, con la mejora de ambos, y que contra las personas no tengo nada personal… de si hay intereses personales u otros ya no digo nada porque es algo que cada uno de vosotros podrá concluir en mi relato… pero para darle sentido a una dirección en la vida hay que decir de dónde viene uno y a dónde va. Tengo que marcar un punto de partida y por aquí empiezo.

Desde enero de 2009 vivo en el barrio del PAU de Navia. Poco menos de un año antes, había empezado a participar en los foros de www.paudenavia.net, donde aportaba lo que podía a mis futuros vecinos de edificio y de barrio. Del mismo modo iba aprendiendo mucho sobre mil y un temas nuevos, para mi, relacionados con las viviendas de protección, el barrio, la compra-venta, comunidades de propietarios, vecindad, y en general aportando aquello que consideraba que podía ser apreciado por otros en los temas en los que iba participando, que eran casi todos.

Con el paso del tiempo, y con mis antecedentes de participación en asociaciones o en general en varias iniciativas de colaboración para compartir información y conocimientos en los que había estado inmerso en muchas etapas de mi vida, me fui involucrando un poco más en algunas actividades. Fue surgiendo el interés por participar en el movimiento vecinal, pero encontraba algunas pegas en él que, desde mi punto de vista, me impedían dar el paso definitivo de integrarme más a fondo en el asociacionismo vecinal existente.

En algunos momentos me ofrecí incluso para intentar quedar con otros vecinos para movilizarnos por los asuntos que íbamos viendo que debían tener una atención especial, pero en algún caso quedar yo sólo durante dos horas en una cafetería o incluso 2 personas para otros fines, me hizo replantearme que quizás éramos muy cómodos o que quizás lo que hablábamos y los temas supuestamente pendientes de resolver a través de los foros, sentados delante de un ordenador, no tenían traslación a la vida real y se quedaban sólo en eso, opiniones y aportaciones a través de mensajes en foros. No había suficiente empuje en el barrio para dar el salto a crear algo asociativo.

Participé en actividades y en asambleas informativas organizadas por la A.V. Emilio Crespo de Navia, y en algunos momentos incluso realicé crónicas de eventos y de los temas tratados en reuniones para que los demás vecinos que no habían podido asistir tuvieran conocimiento de qué ocurría y de compartir el conocimiento para que todos estuviéramos mejor informados de lo que acontecía.

En ciertos momentos llegué a comentar directamente a algún directivo de la A.V. Emilio Crespo que pudiera estar leyendo los foros que estaban pasando por caso algunas cosas que merecían la atención de una asociación vecinal para mover, o resolver, o incidir más en esos puntos, dando un mejor servicio a los vecinos, pero las sugerencias constructivas que yo les enviaba caían en saco roto.

En Enero de 2011 empecé a añadir a la firma de mis mensajes que a ver si se animaba gente para montar una comparsa del barrio para desfilar en carnavales y finalmente nos enteramos de que Rita Villar, una comerciante muy dinámica y emprendedora, se decidió a dar el salto y organizar la comparsa, así que nos apuntamos mi familia al completo. Fue una experiencia divertida y refrescante, y sirvió también para conocer a más gente del barrio. Desgraciadamente, al acabar los carnavales, Rita quedó agotada del esfuerzo, trabajo, e inversión que para ella supuso organizar algo así y, a los que nos habíamos ilusionado con repetir al año siguiente más y mejor, nos confirmó que no repetiría en hacerse con el peso de todo.

Paralelamente, yo había estado en las fechas anteriores (finales de 2010 y principios de 2011) contactando con gente de los foros que se le viera involucrada en algunos temas y dado que los foros del PAU de Navia eran un interesante centro de discusión, le propuse a David Trigo, el webmaster, la idea de crear un blog para centralizar la información del barrio y recoger las aportaciones interesantes para que no quedaran perdidas en los foros como mensajes normales y corrientes. Además, las redes sociales nos permitirían hacer llegar a más vecinos del barrio la información de lo que ocurría a nuestro alrededor ya que podíamos ganar todos mucho compartiendo todo esto, también porque muchos pasan fuera del barrio todo el día y cuando llegamos a casa por la noche no paseamos por el barrio y no vemos los carteles, ni lo que sucede en el día a día. Surgió la web de Navia Merece. Aquí, que al principio englobábamos todo lo que se iba publicando y afectaba al barrio y los vecinos, salvando referencias de La Voz y el Faro, que no llegaron a darnos autorización expresa para hacerlo, y fuimos compartiendo información y, en algunos casos fue referencia para otros medios, por ejemplo con el análisis de votos en las elecciones, o incluso llegó a páginas de agregadores de medios como Menéame que nos dió el mayor pico de visitas con unas 14.000 en una franja muy corta de un par de días a raíz de la carta del Corralito de CaixaNova que alguien distribuyó por el barrio.

Últimamente hemos seguido el trabajo de difusión pero más centrados en la página de Facebook, porque los casi 500 seguidores son más activos a la hora de comentar noticias y dar respuesta a nuestras propuestas y por la comodidad y facilidad de publicar cosas.

El intento de hacer cosas desde la asociación vecinal se trastocó, por cosas que ya contaré en su momento, pero sirvió para demostrar varias cosas, la principal de ellas, que cuando alguien te desacredita, por mucho que hayas realizado en pro de la vecindad, el público, ante las dudas,  prefiere quedarse siempre con lo peor. Es en ese momento en el que te das cuenta de la soledad que acompaña a los incomprendidos, la soledad de quien descubre que la presunción de inocencia no existe, y la soledad que demuestra que en los momentos duros sólo te tienes a ti, así que sin dejar de seguir intentando hacer cosas desde el anonimato de los grupos y de las comunidades vecinales, puestos a tener que asumir estos riesgos, al menos que sea porque tú mismo te los buscas y no porque otros, a los que les molestas, te los crean.

Quiero contar las cosas de mi ciudad, las cosas de mi barrio, y también las aventuras y desventuras como directivo en la asociación, pero creía que hacía falta una pequeña introducción para situarnos y por esto esta parrafada.

Gracias por leerme. Mi nombre es Antonio Saá.

Un comentario en «Un poco de mi historia…»

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